TESTIMONIOS

Creo que tenemos que hacernos la pregunta de ​¿qué pasó con la justicia?
​ (…) La década del 80 es la década del narcotráfico, otro tipo de criminalidad muy distinta, surgen los paramilitares, los exterminios, los homicidios, etc. Entonces yo creo que ahí hay que preguntarse qué pasó con la justicia. Obviamente de entrada la justicia es víctima (…) los que pusieron el pecho e hicieron frente a esto (…) está Mariela, después esta Maria Helena Díez Pérez que estaba de juez de Orden Público (…) el caso de Mariela Espinoza, el caso de Álvaro Medina, de Gustavo Zuluaga, Héctor Jiménez… Ruben Pinilla Participante de grupo focal, sector judicial

Rubén Darío Pinilla
> Participante de grupo focal, sector judicial

En esa década fue la visibilización del narcotráfico y se destapó todo lo que venía calladito (…) fue la época más dura dentro de la rama judicial, la de finales del 80 (…) los años más difíciles, los años de las muertes semanales de funcionarios de la rama.

Daissy Orozco
> Participante de grupo focal, sector judicial

Ser juez es de las jerarquías difíciles de conseguir en la vida. No solamente requiere formación, requiere una actitud, requiere una vocación, requiere conocimiento, requiere mucha ética. Y yo creo que mucha de la magistratura y de los jueces que se han mencionado tuvieron esa condición.

Profesor
> Participante de grupo focal, sector judicial

En el año 89 es la única vez que yo conozco (…) que el Tribunal declaró un cese de actividades (…) La Sala Plena del Tribunal se cierra, precisamente por la agresión que estaba viviendo. Yo no sé si antes, en los últimos 50 años de los que yo tengo memoria, pero del 80 para acá ha sido el único caso. Y eso que un tribunal diga ​Vamos a cesar actividades
​ en un país, no una asociación sindical sino los jueces directamente, es algo significativo. ​

Rubén Darío Pinilla
> Participante de grupo focal, sector judicial

Crearon los jueces sin rostro y todo el mundo sabía quiénes éramos, porque salíamos en una caravana de escoltas y de motos que todo el mundo sabía, ​ahí va el juez sin rostro,​ ​ y llevábamos escoltas del DAS, y desafortunadamente tuvimos compañeros que murieron por desempeñar ese cargo.

(…) En lo jurídico pues no hubo mayores cambios ​(…) ​una aplicación de las penas más duras, se incrementaron muchísimo. En cuanto a lo personal, fue un período muy difícil porque eso implicó un aislamiento total casi que de familia, de compañeros de trabajo. Vivíamos en un búnker, trabajabamos en un búnker en el piso 21 del Palacio de Justicia de Medellín, con escoltas​;​ yo llegué a tener escoltas en las escalas de mi casa y vivía en un noveno piso, con policía permanente las 24 horas. A nivel personal fue muy duro, muy difícil. Yo tenía 3 hijos, hubo un momento en el que las cosas estaban tan difíciles que yo tuve que coger y empezar a organizar mis papeles (…)​ ​Un día llegué y los senté y les dije: –Muchachos, en tal parte del vestier hay carpetas y están todos los documentos, ahí queda todo organizado. Y decía el menor: –Si te pasa alguna cosa, mamá, yo me vuelvo malo. –Un momentico, va a tener dos hermanos que van a estar con usted, y no te vas a convertir en lo mismo ni vas a hacer lo mismo que los otros malos me hicieron a mí. Ese muchacho lloró.

Daissy Orozco
> Participante de grupo focal, sector judicial